publié 2020-12-02 par
Norlan Echevarria
Varadero lleva con orgullo su condición de segunda mejor playa del mundo y principal balneario de Cuba, aunque también ofrece a los visitantes internacionales un reducto para disfrutar de su naturaleza autóctona: el Área Protegida Varahicacos.
Con poco más de un kilómetro cuadrado de extensión, el lugar muestra una faceta diferente del afamado polo turístico de sol y playa, que permite apreciar una notable diversidad de especies vegetales, reptiles, quirópteros, mariposas y aves en ambientes como matorrales, bosques y manglares.

Ubicada casi al final de la Península de Hicacos, a más de 120 kilómetros al este de La Habana, Varahicacos constituye un entorno ideal para disfrutar el medio ambiente gracias a un servicio de guías especializados y senderos interpretativos, ahora con los debidos protocolos sanitarios debido a la COVID-19.
Al decir de Katia González Rodríguez, directora del Centro de Servicios Ambientales de Matanzas (CSAM), el Área Protegida hoy ofrece una imagen renovada y más atractiva, en parte gracias a la instalación de nuevas pasarelas de ecomadera, material duradero cuya fabricación contribuye al reciclaje del plástico.

Moderna infraestructura instalada recientemente ahora permite realizar un recorrido más amplio entre los manglares y extender los senderos que conducen a las cuevas de Ambrosio y Los Musulmanes, sitios de importancia para la conservación de los murciélagos.
Mientras la cueva de Los Musulmanes invita a conocer más sobre las adaptaciones de la flora y fauna, la de Ambrosio plantea interrogantes sobre el imaginario de antiguas culturas aborígenes, cuyas pictografías aparecen plasmadas en sus muros.

La también Reserva Ecológica fundada en el año 1997 demuestra que es posible la existencia de un espacio natural en armonía con el crecimiento de la planta hotelera y entre sus atractivos principales destaca El Patriarca, cactácea gigante con más de 500 años de vida considerada la planta más antigua de la Isla.
En la zona localizada en el norte de la occidental provincia de Matanzas coexisten casi 300 especies botánicas y alrededor de 200 de aves, entre las cuales se incluyen las que migran procedentes de Canadá y Estados Unidos.

Una verdadera rareza es la población del lagarto cubano Aristelliger reyesi descubierta en 2007 cuyo hábitat exclusivo se halla en el Área Protegida; esa pequeña especie de saurio es la única representante de su género existente en Cuba, y se encuentra en peligro crítico de extinción.
Varahicacos ofrece la oportunidad de explorar el “otro Varadero”, como un complemento perfecto a las tradicionales ofertas de sol y playa en el polo turístico conocido por los encantos de su mar azul turquesa y arena blanca y fina.
(Por Roberto Jesús Hernández, ACN)
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