veröffentlicht 2018-04-27 durch
Lisandra Nieto Basnueva
Cuba trabaja por afianzar al turismo como uno de los motores impulsores de la economía cubana, pero siempre buscando proteger el medio ambiente. De ahí que sea una preocupación constante el equilibrio entre la protección del entorno y la explotación de las áreas protegidas a favor del turismo de naturaleza y aventuras. El país cuenta con 211 áreas protegidas identificadas y de ellas casi todas, menos cuatro que son Reservas Naturales, pueden emplearse en las distintas modalidades de turismo, como parques nacionales, reservas ecológicas, refugios de fauna, entre otras. Aunque las autoridades estiman que a muchas de esas zonas puede permitirse la entrada de turistas para incentivar el senderismo, una modalidad de gran aceptación, siempre deben estar monitoreadas por expertos para evitar que sean dañadas. Por eso, en ocasiones se abren unas rutas, pero se cierran otras según la necesidad de mantenerlas protegidas o de resarcirse de afectaciones como las que causan los huracanes.
El Parque Nacional Alejandro de Humboldt es una de las zonas de mayor equilibrio ecológico, endemismo, conservación y biodiversidad de Cuba y el Caribe insular, y fue declarado en 2001 sitio Patrimonio Natural de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Pero la preocupación por el medio ambiente no se limita a los lugares protegidos, sino que se extiende a las distintas instalaciones hoteleras del territorio nacional. En la actualidad se incentiva el empleo de calentadores solares y lámparas led.
También, de acuerdo con las autoridades del sector, se dedica el cinco por ciento de todas las inversiones al tema ambiental con el objetivo de consolidar programas eco-sustentables y armónicos con el entorno. Actualmente se estudia la posibilidad de destinar un mayor porcentaje de los ingresos derivados de la explotación turística a la conservación de la propia zona, al tiempo que se utilizan las tres cuartas partes de todos los desechos hoteleros en la alimentación animal. Asimismo se incentiva la capacitación de los guías y de otros trabajadores del sector para garantizar el cuidado de la naturaleza, mientras se vigila estrechamente que los paquetes turísticos sean aprobados con las regulaciones, disposiciones y licencias requeridas.
Fuente: RHC